Hace solo dos décadas, toda la información de productos y las comunicaciones eran muy costosas.

Solo una cantidad limitada de empresas podían hacer una inversión para lograr esas relaciones y comunicaciones.

Estos costos eran variados. Implicaban viajes, visitas a exposiciones de productos.  Envíos por correo donde sí llegaba el paquete era casi una cuestión de suerte, cartas hechas a máquina de escribir que demoraban semanas en llegar.

Solo algunas empresas que eran las importadoras y exportadoras importantes tenían Télex que era el único medio por el que se lograba una comunicación casi inmediata.

Con todas esas limitaciones, eran pocas las empresas que podían hacer las inversiones necesarias para importar diferentes productos.

Los importadores de aquella época eran especializados y se dedicaban a importar solo los productos sobre los que ellos tenían un expertise determinado.

En la actualidad, un alto desarrollo de las comunicaciones a través de internet, el e-mail, y decenas de medios de comunicación instantáneos, han facilitado la búsqueda de proveedores y la comunicación con ellos.

Hay decenas de bases de datos y de buscadores de proveedores. También los proveedores están permanentemente exponiendo productos en internet y en webs que conectan “negocios con negocios” (B2B) o “negocios con clientes”. Todo esto con costos notablemente bajos. Es por ello que cualquiera puede importar cualquier cosa.

En conclusión, se puede afirmar que la información y la comunicación casi no tienen costo para todos los importadores.

Entonces, ¿cómo y dónde se pueden reducir los costos para llegar al mercado más competitivo y realmente diferenciarse del competidor?

Realmente hay varios puntos en los cuales se puede lograr lo diferencial, por ejemplo:

• poseer una marca diferenciada
• acceso al crédito
• know how
• reducir los costos logísticos

Evidentemente no son solo estos cuatro puntos los que nos hacen más o menos competitivos, pero actualmente hay una tendencia a darle mayor importancia al cuarto punto: “costos logísticos”.

Esto pasa porque generalmente al empresario le es más fácil poner énfasis en reducir una cantidad importante de costos que para él son un gasto a optimizar, que publicitar una marca que para el empresario es una inversión.

Una de las frases más típicas es: “¿adónde puedo meter la tijera para reducir costos?”

Y en la mayoría de los casos se llega a la logística, pues para el empresario ella es prácticamente todas las actividades de la empresa.

Los empresarios saben que para reducir esos costos hay que invertir. Es por ello, que en el mundo se realizan constantemente inversiones en la logística de todas las empresas, aún cuando están en crisis.

Como la logística es uno de los temas más importantes en los cuales una empresa se puede diferenciar de la competencia, entonces evidentemente se trata de un tema muy importante en el que hay que focalizarse.

Extracto del cap. 10 – Libro “Intralogística. El corazón de la logística empresarial” – Ing. Gabriel Noachas