La elección de una silla adecuada no solo aporta comodidad, sino que protege tu salud postural. Aquí tienes los puntos clave para elegir una silla ergonómica:

Altura ajustable: Permite que tus pies estén firmes en el suelo y las rodillas a la altura de las caderas, evitando tensión en la espalda baja.

Apoyacabeza regulable: Es ajustable en altura, inclinación y ángulo según el cuerpo del usuario, proporcionando soporte a la cabeza y alivio a la columna cervical, favoreciendo una postura natural y cómoda.

Respaldo reclinable: Facilita encontrar el ángulo ideal y permite relajarte con posición de equilibrio.

Sistema sincro: Sincroniza respaldo y asiento para un movimiento equilibrado y natural.

Soporte lumbar ajustable: Protege la curvatura natural de tu columna y reduce la presión en la zona lumbar.

Material transpirable: Tejidos como la malla evitan la acumulación de calor y sudor.

 

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¡Tu cuerpo lo agradecerá!